Hace más de un siglo, a finales del siglo XIX y principios del XX, los coches eléctricos copaban el primer mercado del automóvil, pues se vendían mucho más que los coches a vapor y a gasolina. En aquellos tiempos, los primeros coches eléctricos llegaron incluso a batir records de velocidad, pero pronto cambió la cosa.
Los principales artesanos del automóvil se cuestionaban que cual de las tecnologías existentes (vapor, gasolina o electricidad) se convertiría en el standard y continuaría hacia el futuro.
Poco tiempo después, el mercado del automóvil se decantó por los motores de gasolina, ya que en aquellos momentos el petroleo era mucho más barato de obtener que la electricidad, con lo que poco a poco, los proyectos de un coche eléctrico fueron desvaneciendose de la mente de los ingenieros
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